miércoles, 11 de septiembre de 2013

Un camino de luz.

   Una vida en la que destruir a quien va por delante de tí o que tiene algo que tu nunca tendrás no es más que desperdiciar la vida. El camino es muy corto y yo no pienso malgastarlo como si fuéramos críos de nuevo. Con jugarretas de esas que pasan de ser inocentes a ser degradantes. Cada uno puede destruir su vida de la manera que más le guste, por eso no me hace falta rebajarme al nivel de nadie.

 Yo sigo mi camino mientras los suyos se difuminan y pierden la luz que les guiaba. Mientras su mundo se derrumba. Y cuando quieran saber porque todo se ha sumido en el caos, porque solo las tinieblas y las sombras se acercan a ellos, solo tendrán que mirar al pasado y verse a ellos mismos desperdiciando una hermosa vida que se les dió para que la disfrutaran y fueran felices. Como la fueron marchitando, obsesionados por estar por encima de los demás, por humillar y tratar mal a los que estuvieron a su lado, siendo los reyes y reinas crueles de su propia mentira, tratando a los demás como seres inferiores y con desprecio.

En mi opinión, lo mejor es alejarse de esa gente enferma de superioridad, ignorar a esas personas cuando intenten que avancemos hacia su lugar para convertirnos en los que ellos son ahora. Nuestro camino no debe ser cambiado. Si seguimos siendo nosotros mismos y avanzamos por una senda iluminada que nos lleva a una realidad hermosa, ¿para que retroceder? Es mejor no mirar atrás, olvidar lo bueno y lo malo de esas personas y evitar caer en sus trampas, porque solo quieren impedirnos que seamos felices.

Cada día hay que brindar por seguir siendo felices, por nuestros amigos que nos apoyan en todo lo bueno que nos ocurre, por nuestra familia que escucha nuestros problemas y nos aconseja de la mejor manera, por nuestra pareja que está siempre ahí siendo nuestro escudo y nuestro colchón si caemos, y, por aquellas criaturas de la oscuridad que intentan hundirnos y no lo consiguen. ;)

Cálidos abrazos de Nxua. :3